Consecuencias
económicas
La
guerra supuso una destrucción material extrema.
Francia y Bélgica
fueron los países más afectados pues
los combates más violentos se desarrollaron
en su territorio. Igualmente fueron duramente castigadas
Rusia y la región fronteriza
entre Italia y Austria.
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Puente de Lieja arruinado |
Los campos de cultivo,
la red de ferrocarriles, puentes, carreteras, puertos
y otras infraestructuras fueron
devastados. Se perdieron barcos, fábricas,
maquinaria. Numerosas ciudades
y pueblos fueron total o parcialmente arrasados. |
Ciudad de Lille. Ruinas |
La riqueza
de los estados sufrió un dramático
descenso: Francia perdió
más del 30%, Alemania cerca
del 25 %, el Reino Unido el 32%,
Italia el 26%. Estados
Unidos se vio menos afectado y su economía
se colocaría a la cabeza del mundo. |
Al
término de la guerra fue necesario reconvertir
las industrias que habían estado
destinadas durante años a la producción
de guerra. El proceso fue lento y se
vio entorpecido por una crisis
que se alargó hasta 1924. La "economía
de guerra" dislocó el sistema productivo
y eliminó de la política económica
los principios del liberalismo. La tendencia
se consolidó durante la posguerra fruto de las
políticas de los gobiernos de izquierda,
especialmente los socialdemócratas. El intervencionismo
económico del Estado fue la pauta seguida durante
el período de entreguerras salvo en el caso de
Estados Unidos, hasta la llegada a la
presidencia de F. D. Roosevelt.
El
gasto bélico se financió en parte
acudiendo a las reservas de oro y al
endeudamiento mediante la emisión de deuda pública,
complementado con el recurso a créditos
exteriores, especialmente de origen estadounidense. Se recurrió
a la fabricación del papel moneda,
lo que provocó una fuerte inflación,
agravada en la posguerra por el desequilibrio entre demanda
y producción.
Sin
embargo hubo países a los que la guerra benefició
económicamente. En primer lugar aquellos
que habían permanecido neutrales
durante el conflicto y se habían convertido en
proveedores de materias primas y alimentos
para los contendientes, casos de Brasil, Argentina
y España.
Pero fundamentalmente la guerra consolidó el crecimiento
de dos grandes potencias: Estados Unidos
y Japón cuyo comercio experimentó
un aumento sin precedentes en detrimento de las potencias
tradicionales de Europa, que perdieron sus mercados
exteriores y vieron cómo su espacio económico
se fragmentaba.
Estados Unidos prestó importantes
cantidades de dinero a los aliados y les suministró
abundante material bélico, bienes de equipo y víveres.
Se convirtió en el mayor acreedor
(más de 250 mil millones de dólares)
de los países europeos, que en adelante entraron
en una estrecha dependencia de los créditos norteamericanos
para hacer frente a la reconstrucción económica.
El dólar se convirtió junto
a la libra esterlina en el principal instrumento de cambio
en las transacciones internacionales y la bolsa
de Nueva York consiguió el liderazgo mundial.
Consecuencias
sociales